Una noche y una madrugada largas, con emociones contenidas y otras veces desbordadas. HABÍAS DEJADO CASA, ANIMALES, FINCAS.........Sin embargo la imagen al regresar era de un barrio desierto y fantasma, sin signos de vida, animales muertos bien axfisiados por el humo que bajaba por la ladera, o bien por las llamas que les alcanzaron sin posibilidad de huir, fincas hechas cenizas, miles de ilusiones rotas; un fuerte olor a quemado, sin luz, sin agua. Los sentimientos estallaron, la desolación de lo perdido, panorama desolador. El verde,que perduraba en nuestras retinas,daba paso al negro. Ya ni se oía el canto de los pajaros, el aullido de los perros, ni el gallo que anunciaba el nuevo día. EL SILENCIO HABÍA ENMUDECIDO
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